Pero más allá de mi historial, lo que realmente importa es la relación magnífica que he tenido y sigo teniendo con Llaguts de Calafell. Me ha aportado muchísimo. Ser presidente, timonel, remero, etc., son simplemente posiciones en el organigrama. Los éxitos, las experiencias y las sensaciones que aporta esta gran maquinaria solo se pueden alcanzar con el esfuerzo de todos, cada uno en la medida de sus posibilidades.
He vivido muchos momentos, tanto buenos como malos. He pasado por situaciones de riesgo con olas rompientes en un mar muy complicado, y también de placer relajante en días tranquilos. Pero lo que nunca olvidaré es mi etapa de competición con el equipo de veteranas femeninas. Durante varios años, tuve la suerte de contar con remeras impresionantes en el equipo, sí, realmente impresionantes. Un grupo muy cohesionado, donde el trabajo en equipo no era solo un lema, sino una realidad. Había una auténtica unión, complicidad, y la capacidad de utilizar las derrotas para avanzar. Miradas que daban piel de gallina, momentos realmente emocionantes.
En resumen, puede que lo que he contado sea poco, pero para mí, ha sido una de las experiencias más enriquecedoras de mi vida.







